Traducimos un texto publicado en catalán, ayer, 27 de junio, en VilaWeb.cat, donde explican la muerte de un preso, en circunstancias sospechosas, en la cárcel de Puig de les Basses, Figueres (Girona).
Un interno del centro penitenciario Puig de les Basses de Figueres ha muerto por un incendio en la cárcel. Dos presos más han resultado heridos por inhalación de humo, así como dos funcionarios del centro, aunque no les peligra la vida. Han sido trasladados al Hospital de Palamós y al de Figueres, respectivamente. Según el Departamento de Justicia, el incendio lo habrían empezado tres internos, entre los cuales el hombre que ha perdido la vida.
Según fuentes del Observatorio del Sistema Penal y Derechos Humanos, la víctima es Mohamed Choulli El Hosni, un interno que ahora hace un año denunció maltratos y coacciones por parte de los funcionarios de la cárcel de Mas d´Enric, al Catllar. Choulli estaba internado en el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT), hecho que ha despertado las sospechas del observatorio. “No hay un espacio más vigilado y no es tan fácil prender fuego a dos habitaciones, como dicen que ha pasado”, apuntan las fuentes. El hombre había presentado una queja al Sindicato de Greuges por estos maltratos a través de su hermana, Yasmina El Hosni.
La queja decía que una funcionaria entra móviles a la cárcel para los internos, y que le negó el acceso a un teléfono a su hermano. También exponía que él se rebeló contra una situación que consideraba injusta y que, entonces, ella empezó a amenazarle de separarle de su pareja, una interna del módulo de mujeres. La situación llegó a tal extremo que se intentó suicidar colgándose de una sábana que según la versión de Choulli no se hizo constancia en el acta que se abrió por el incidente, pero sí en la comunicación enviada al Departamento de Justicia. Hacía tiempo que se le aplicaba el protocolo antisuicidio y, según su hermana, estaba diagnosticado por un psiquiatra.