Charla «El impacto de la cárcel en la salud mental de las personas presas» y exposición «Las otras galerías. La cárcel y las bellas artes en la época moderna;del panóptico de Bentham al panóptico digital» de Quico Rivas y Carlos Zarza.
Sab. 14 de marzo 19h.
En el archivo de interés contracultural dig a warren C/Barberán y Collar 3, Getafe (Sótano ateneo la indomable)
<M> Juan de la Cierva
Muy lejos queda la idea de las cárceles como centros de rehabilitación e integración social. Éstas constituyen a día de hoy centros punitivos donde predomina el control, la vigilancia y la extrema disciplina. La situación carcelaria junto con las condiciones propias de la privación de libertad van a llevar a una serie de reacciones psicológicas con consecuencias muy negativas en la salud mental de las personas presas. El nivel de estrés en prisión es muy elevado, ya que desde el momento en el que el individuo ingresa en la prisión y durante toda su estancia tendrá que hacer frente a numerosos estertores que se le presentarán de manera continua. En situaciones de estrés prolongado es muy probable que aparezca el trauma psicológico. Entendiendo así que las condiciones que se dan en un entorno penitenciario hace de los presos potenciales individuos a padecerlo. Las reacciones traumáticas tienen lugar cuando sentimos que nuestra acción no sirve para nada, por lo que nuestro sistema de autodefensa se siente sobrepasado. Las principales consecuencias que esto conlleva son muy variadas: síntomas disociativos, depresión, ansiedad, alto riesgo de suicidio, ideación paranoide, trastornos por consumo de sustancias, trastornos en la conducta alimentaria, somatizaciones, reexperimentación de traumas pasados… Que serán más o menos graves en función de los factores de protección que presente la persona presa (apoyo social y características individuales).