Carta en respuesta a Grande-Marlaska

Compartimos de la página del Colectivo Pronoia la carta de una persona presa en Zuera, respondiendo a la carta que Grande-Marlaska dedicó a lxs presxs (que adjuntamos al final).

03-04-2020

Al Sr Ministro de Justicia

Don A.A.S, interno en este centro penitenciario de Zuera (Zaragoza), donde constan sus demás datos personales, como mejor procede.

DIGO:
Que ante la alarma sanitaria decretada por la expansión del coronavirus y teniendo en cuenta las deficiencias sanitarias para poder frenar su expansión.

SUPLICO:
Se tome en consideración el decretar la libertad de todxs lxs presxs que tengan cumplidas las 3/4 partes de su condena, una medida que en cualquier país de Europa ya hubiera supuesto la libertad condicional.
Entiendo como urgente que la libertad alcance también a todxs lxs presxs mayores de 60, por ser la población con más riesgos, sobre todo si padecen enfermedades crónicas.

Solicito igualmente una mayor asistencia a quienes desde la calle nos atienden, con protecciones adecuadas. Es imprescindible que se aumente el gasto en alimentación pues los 3,60 euros por persona son a todas luces insuficientes, más ahora.

Por último, no quiero extender una petición que es de justicia en una denuncia, pues aunque IIPP es dependiente del Ministerio de Interior, su Ministerio no es ajeno a la degradación de nuestros derechos jurídicos.
Por todo ello, SI, SUPLICO, se acepte este escrito y se tome en consideración.

Le comunico que el cambio de terminal de comunicación telefónica deja excluidos de poder comunicarnos por teléfono a todxs lxs presxs que carecemos de medios económicos, lo que sumado al corte de visitas y vis a vis, nos deja aisladxs social y familiarmente.

Atentamente: A.A.S

 

Situación de la cárcel de Tenerife II

Compartimos una carta de un familiar de una persona presa, publicada en la página de Infroprision.

04-04-2020

¡Buenas tardes! Me pongo en contacto con ustedes para intentar que salga a la luz la situación que están viviendo los internos de la prisión de Tenerife 2.

En el periódico solo hay una noticia en la que informa que hay 18 internos enfermos con síntomas de Covid-19 y se encuentran aislados en el módulo de aislamiento y observación, el cual fue preparado para esta situación, a la espera de los test. Al día de hoy los presos siguen sin estar catalogados como contagiados y los tienen en aislamiento sin poder llamar a sus familias para poder informarles de su situación y como se encuentran.

También destacar que en los otros módulos hay más presos enfermos con fiebre alta, tos y demás, estando todos juntos sin mantener distancia ni protección alguna. Además, no hay médicos para atenderlos adecuadamente ni medios para ello, las comidas son mínimas, no tienen comunicación alguna sino telefónicamente y los costes de llamada son tan elevados que su duración es de un máximo de 5 minutos; para quien puede permitírselo.

Con respecto a las comunicaciones hay una noticia en el gabinete de prensa del Ministerio del Interior del Gobierno de España que dice que las Instituciones Penitenciarias distribuyen 205 teléfonos móviles para que los internos puedan comunicar con sus familiares mediante videollamada, lo cual aún no se ha llevado a cabo.

Si es posible a los familiares de los internos nos gustaría que saliera a la luz esta situación, tienen que hacer algo por ellos ya que nosotros desde aquí no podemos hacer nada para que la desgracia no vaya a peor.

La ONU y varias organizaciones más ya han denunciado por los derechos humanos, pedimos por favor revisión de condenas y permitir prisión domiciliaria durante el estado de alarma a los presos no peligrosos, a los que tienen delitos leves y hayan cumplido parte de la condena.

También me gustaría que informaran de la situación inhumana que están viviendo los internos. Hoy 2 de abril del 2020 los internos llevan todo el día encerrados en sus celdas sin poder salir para nada, hasta les llevan la comida a la celda; no sé hasta que día estarán en estas condiciones. Solo tienen derecho a 1 llamada al día y supuestamente las habían ampliado a 15 llamadas semanales.

En varios módulos hay internos que tienen los síntomas del Covid-19 pero no están catalogados porque no les hacen el test. Mañana les dirán si tienen que seguir aislados sin poder salir de la celda o pueden volver a retomar la vida normal.

A un familiar le dijo el funcionario que había uno con el virus casi confirmado y que estaba en el modulo 5. Lo cambiaron al modulo 6 y ahora es cuando sufre los síntomas por eso les tomaron la temperatura a todos los internos del módulo y también se llevaron a 2 compañeros al hospital y a otros 3 los soltaron con el tercer grado.

Y una madre de un familiar me comentó que el hijo se lo llevaron al modulo 1 y que no sabía nada de él desde hace dos semanas.

Tiene que hacer algo el Gobierno o la Junta de Prisiones ya que a nosotros, los familiares, no nos dan información ni nos dejan cooperar.
Muchas gracias por publicar esta información.

Un cordial saludo
Antonio Chinea

Estamos adentro contigo! Desde Berlín, solidaridad con todxs lxs prisionerxs en revuelta!

Como consecuencia del deterioro de la situación sanitaria debido al Covid-19, en la noche del 7 de marzo de 2020 con un decreto de ley de emergencia, el Consejo de Ministros italiano lanzó una serie de medidas que se aplicarán, hasta el 31 de mayo, en las cárceles italianas: cancelación de visitas, la posibilidad de hacer una sola llamada telefónica de diez minutos a la semana, la imposibilidad de dejar entrar paquetes desde el exterior, la suspensión de la entrada de voluntarixs, suspensión de semilibertad, trabajo en el exterior y permisos.

Esta elección perversa, obviamente, ha desatado la ira de lxs prisionerxs en toda Italia, ya cansadxs de la colapsada situación carcelaria! Esta revuelta de prisionerxs es una verdadera reacción de autodefensa, porque dadas las condiciones de hacinamiento, es básicamente imposible mantener las condiciones mínimas de higiene-salud (ahora básicamente cero) para proteger realmente a lxs prisionerxs de un posible contagio de Covid-19. El miedo mezclado con la frustración al ver que se eliminan las condiciones mínimas de vida, para evitar estar aisladxs de lxs familiares y seres queridos, ha desatado la ira, no sólo de lxs prisionerxs sino también de sus familiares.

La tensión crece, las llamas de la revuelta se extienden por toda Italia, más de 30 prisiones se levantan de muchas formas.

Bloques enteros son devastados e incendiados, guardias secuestradxs, prisionerxs en los tejados, huelgas de hambre, «palizas» continuas (una forma de protesta típica de las cárceles donde lxs prisionerxs golpean con todo lo que tienen a su alcance en los barrotes de la celda, creando un sonido caótico), rechazo a regresar a sus celdas y 16 prisionerxs escaparon de la prisión de Foggia.

12 rebeldes pagaron con sus vidas su coraje (9 en Módena y 3 en Rieti). La infame narración de los medios de comunicación a petición de las autoridades penitenciarias es que estas personas murieron a causa de una sobredosis de las drogas que habían tomado de las enfermerías. Hay 40 heridxs entre las fuerzas policiales, mientras que se desconoce el número de presxs heridxs y hospitalizadxs.

Como era de esperar, el Estado italiano, en lugar de tomar la única medida sensata: reducir el número de la población reclusa, adaptando medidas capaces de reducir el flujo de entrada y salida, decida tomar las medidas represivas posibles, incluyendo el despliegue del ejercito fuera de los muros.

La epidemia del Coronavirus se está extendiendo por todo el mundo y con ella la escalada de las desigualdades sociales, más tensión y levantamientos. Día tras día hay más y más noticias de prisionerxs que se rebelan en todo el mundo: en Sao Paolo (Brasil) 1000 prisionerxs escaparon después de tomar rehenes y crar caos dentro de los muros. En varias prisiones de Francia, España, Bélgica, Perú, Uganda, Calcuta y Sri Lanka lxs prisionerxs comienzan a rebelarse. Los intentos de fuga se extienden desde Beau-Bassin (Mauricio), Khorramed (Irán) hasta Arua (Uganda) donde los guardias disparan contra lxs fugitivxs, matando a varixs de ellxs. En Venezuela 84 prisionerxs lograron escapar, desafortunadamente 10 de ellxs fueron asesinadxs por los guardias y 6 capturadxs. También en Colombia hay 13 prisiones en revuelta pero el coste más alto se paga en la capital Bogotá, donde en la noche del sábado 21 de marzo hubo 23 muertxs y 90 heridxs entre lxs prisionerxs. En respeto a quienes en estos días de lucha y resistencia han perdido la vida, seguimos reiterando que es la cárcel y toda la maquinaria criminal y represiva en la que se basa esta estructura que mata.

Lxs asesinxs sois vosotrxs, que sois lxs que, armadxs, cierran esas celdas, que golpean y acosan, que torturan, todos los días a miles de hombres y mujeres señaladxs como criminales.

Como siempre reafirmamos nuestra solidaridad irreductible con aquellxs que luchan por su libertad, en Italia y en el mundo!

La única seguridad es la libertad!

HERMOSA COMO UNA PRISIÓN EN LLAMAS!

Solidal* against prison

Los eternos olvidados y el COVID- 19

Cristina Morcillo Buj

Como abogada Penalista y Penitenciarista no me puedo olvidar de los eternos olvidados, los privados de libertad y sus familiares. La situación de una persona con enfermedad grave en un Centro Penitenciario es un asunto desgarrador: se encuentra en un entorno hostil sujeto a una estricta disciplina que no entiende ni comprende, no está correctamente evaluado ni tratado pues la sanidad penitenciaria “agoniza”, no hay médicos, ni se les espera (la prisión de Pamplona ha estado un mes sin médicos). Y ahora con el COVID-19 ¿qué ocurre con los privados de libertad? Las prisiones están llenas de personas enfermas, de ancianos y de ancianos enfermos. Éstos por ser pocos y tranquilos, acaban trasformándose en invisibles. Estas personas mayores representan por sí mismo un desafío, pero dentro de la prisión el desafío es mayor, son mucho más frágiles y en este contexto de fragilidad se entiende, la tendencia de las personas mayores a sufrir numerosos problemas médicos y sociales que le colocan en una condición de vulnerabilidad, ante la enfermedad, ante el aislamiento social y al abatimiento moral. Sólo desde un planteamiento hipócrita y alejado, tremendamente, de la realidad carcelaria podría asegurarse que la sanidad y la rehabilitación tienen cobijo en los centros penitenciarios al mismo nivel que fuera de ellos. Aquí se está incidiendo directamente en derechos fundamentales como es la libertad personal y la libertad psíquica y física de los internos. Obviar todo esto sería un ejercicio de irresponsabilidad. No es más que ejemplo claro de la putrefacción que nos invade, de la miseria moral y humana más absoluta.