Argentina: Otro muerto en la 23 ¿Quién será el próximo?

15-10-2021

Otro pibe muerto. Otra muerte evitable se le suma a la triste lista que tiene el Centro de Tortura N° 23 de Florencio Varela.

El viernes pasado murió Jonatan Martínez. No publiqué nada antes porque quería corroborar la información y no caer en una de las tantas operaciones que me hacen y de las que estoy expuesto. Nosotros no lo conocíamos a Jonatan. No lo conocíamos porque era un pibe sin familia que estaba alojado en los buzones de castigo del pabellón 9. Los buzones de «castigo» o de «aislamiento» o de «tránsito», son los pabellones 8 y 9 del sector de Máxima Seguridad, ubicados apenas a cien metros de donde todos los miércoles voy a dar clases. Esos pabellones son rémoras medievales, son celdas ilegales e inconstitucionales que todos los centros de tortura de la provincia poseen gracias a la complicidad del Poder Judicial. Son tumbas donde les preses pasan semanas o meses con un régimen de 24 horas de engome (encierro). O sea, se pasan meses sin siquiera unos minutos de patio. Meses encerrades en una celda nauseabunda de tres por tres, sin ducha, sin sol, sin contacto con ser humano alguno. Dicen que Jonatan murió por sobredosis. No pongo en duda esta afirmación, pero como no hubo policía científica, ni presencia del fiscal en el lugar, tengo derecho a hacerme algunas preguntas ¿Murió realmente por sobredosis? ¿Como se sobredosificó? ¿Quién le dio la sobredosis? ¿Los burócratas de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia analizaron el expediente?

Ingenuamente me hago estas preguntas porque, repito, ningún juez, ni defensor, ni fiscal se las hace. ¿Se me imaginan una muerte por sobredosis en Puerto Madero sin presencia de fiscales, peritos ni jueces en el lugar del hecho?

Los jueces que deberían trabajar de jueces, e investigar las 178 muertes de preses ocurridas en el año 2020, han preferido ser cómplices de los verdugos y salir en zooms y en Congresos hablando de «rehabilitación» y de talleres coordinados por el área de Cultura del SPB. Los jueces de la Asociación de Pensamiento Penal (APP) y del Centro de Estudios Judiciales (CEJ), inventan «Comités de diálogo» y «Pabellones literarios» QUE SOLO SIRVEN PARA LAVAR LA SANGRE DEL SERVICIO PENITENCIARIO RESPONSABLE DE LA MUERTE DE UN PRESE CADA DOS DÍAS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Estos jueces son cómplices de muertes que no investigan ni denuncian por miedo a perder los carguitos y privilegios que les otorga Xavier Areses, jefe del SPB y amigo de todos ellos. Estos jueces repiten dispositivos RACISTAS y COLONIZADORES, al compartir con Areses canapés y espacios mediáticos en diarios, Conversatorios, Paneles y Congresos DONDE NUNCA SE ESCUCHA LA VOZ DEL NEGRO (SALVO CUANDO EL NEGRO TIENE QUE HABLAR «LIBREMENTE», FRENTE A LA MIRADA EXTORSIVA DEL JEFE DEL PENAL).

Por eso a nadie le importa que el viernes 8 de octubre haya muerto Jonatan, un preso, un chorro, un negro, un nadie, un «otro». Como sociedad no nos puede importar porque según datos oficiales mueren quince preses por mes en la provincia de Buenos Aires y los pocos «loquitos» que denunciamos estas cosas tenemos que soportar que los funcionarios del Ministerios de Justicia de la Provincia me digan que «me cuide».

Yo cuido mi dignidad denunciando estas cosas. ¿Y los jueces figuretis de que se cuidan?

Alberto Sarlo

Fundador de la Editorial Cartonera Cuenteros, verseros y poetas