EE. UU.: Mi diagnóstico de cáncer y la enfermedad de la negación de la atención médica en la cárcel

05-07-2022

¡Exige la liberación compasiva! ¡Traed a Rashid a casa ya!

Kevin “Rashid” Johnson

El 1 de julio de 2022, un médico de la prisión, aquí en el Centro Correccional Nottoway (NCC) de Virginia, me informó de que había dado positivo en la prueba de cáncer de próstata.

Este diagnóstico llegó después de que el personal médico del NCC me dejara durante meses con los resultados conocidos de los análisis de sangre que mostraban que mis niveles de PSA (análisis específico de la próstata) eran extremadamente altos, lo que evidenciaba una probable enfermedad relacionada con la próstata. Este retraso en las pruebas de seguimiento y en el tratamiento permitió que el cáncer se desarrollara o avanzara más allá de las fases en las que podría haber sido menos grave.

Primeras señales

Mis niveles de PSA se analizaron por primera vez el 8 de octubre de 2021, momento en el que el resultado  fue de 14,3, muy por encima de un 4, que se considera el nivel normal. Mi nivel de PSA se analizó como parte de los análisis de sangre rutinarios que recibo bianualmente como parte de mi tratamiento en curso para la hipertensión crónica. El médico de la prisión reconoció que el resultado era anormal y me lo dijo cuando me vio unos días después de los análisis de sangre para mi revisión rutinaria de la hipertensión. Ordenó una prueba de PSA de seguimiento para determinar si los resultados eran correctos o una «casualidad», porque, según él, las pruebas de PSA a veces arrojan lecturas elevadas erróneas. Me dijo que me vería de nuevo después de esta segunda prueba para discutir los resultados.

El 10 de noviembre de 2021 se realizó un análisis de sangre de seguimiento. Más tarde descubriría que el resultado era aún más alto, de 14,6. El médico no volvió a verme.

Segundas señales

Los siguientes análisis de sangre programados para la hipertensión se realizaron seis meses después. Mis niveles de PSA volvieron a ser de 14,6. Unos días más tarde me vio la enfermera de cuidados crónicos llamada Bendyl para mi revisión rutinaria de la hipertensión. En ese momento me dijo que mis niveles de PSA eran extremadamente altos y que lo habían sido cuando me vieron en atención crónica seis meses antes. Expresó su preocupación por el hecho de que no me hubieran enviado inmediatamente a una clínica de urología para que me examinaran y me hicieran pruebas después de los resultados anormales de la prueba del PSA seis meses antes. Le comenté que esto era una clara mala praxis. En respuesta, me aseguró que me haría ver rápidamente por un urólogo.

Prueba y diagnóstico

El 22 de marzo de 2022 me sacaron de la cárcel para llevarme a un urólogo para una primera consulta y me programaron una resonancia magnética y una biopsia. La resonancia magnética se realizó el 26 de mayo de 2022. El personal médico del NCC no me dijo nada sobre los resultados, por lo que presenté una queja dentro de la prisión. En respuesta, me dijeron que me verían esa semana en la consulta de enfermería. No me atendieron.

El 23 de junio de 2022 me llevaron al Medical College de Virginia para hacerme una biopsia. En ese momento el personal del hospital me comunicó los resultados de la resonancia magnética del 26 de mayo. Me dijeron que mostraba una «mancha» en la próstata que podría ser un cáncer. Me explicaron que la biopsia se centraría en esta zona, junto con otras zonas al azar. Durante la biopsia se tomaron trece muestras de mi próstata.

Pude hablar con un médico del NCC llamado York, no el médico que me atendió en 2021, mientras estaba en el departamento médico unos días después de mi biopsia. Fue un encuentro fortuito, en el que pasó por delante de mí yendo a su hora de comer y le paré para plantearle mi preocupación por mi posible estado y la falta de atención rápida.

Inmediatamente reconoció que, a partir de mi descripción, mi situación no se había abordado adecuadamente y se comprometió a estudiarla. También me aseguró que me llevaría al departamento médico una semana después, momento en el que deberían estar disponibles los resultados de la biopsia, que compartiría conmigo.

El 1 de julio de 2022, el Dr. York me llamó al departamento médico y me leyó los resultados de la biopsia. Se descubrió que 11 de las 13 muestras tomadas de mi próstata daban positivo en cáncer. También que sufría prostatitis. De no haber sido por mi encuentro casual con él la semana anterior, nadie me habría informado de mi diagnóstico. Y si no hubiera presionado a la enfermera Bendyl durante mi visita de control de la hipertensión crónica de abril de 2022, es posible que nunca me hubieran enviado a un urólogo para que me hiciera pruebas y me diagnosticara.

Un sistema carcelario canceroso

Esto es típico de los departamentos médicos de las prisiones. De forma rutinaria, se deja que lxs presxs sufran, se deterioren y mueran por falta de atención o por una atención deficiente. He escrito sobre esta condición en relación con otrxs presxs muchas veces a lo largo de los años, en las muchas prisiones y sistemas penitenciarios en los que he estado confinado. Mi aguda conciencia de este desprecio por nuestras necesidades sanitarias es una de las razones por las que soy extremadamente vocal y vigilante a la hora de presionar a lxs funcionarixs para que atiendan y sigan mis necesidades medicas y las de lxs demás.

Esto no es más que otra capa de la inhumanidad inherente al sistema de encarcelamiento masivo de Estados Unidos, que exige que este sistema sea arrasado y que en su lugar se erija uno orientado a la curación de las personas.

¡Atrévete a Luchar! ¡Atrévete a Ganar!

¡Todo el Poder para la Gente!

Rashid Johnson, preso en Virginia que fue trasladado a Oregón en 2012 y posteriormente a Texas, Florida, Indiana, Ohio y actualmente de nuevo a Virginia, lleva recluido en régimen de segregación desde 1993. Mientras estaba en prisión, fundó el New Afrikan Black Panther Party y su sucesor, el Revolutionary Intercommunal Black Panther Party (RIBPP). Como escritor, Rashid ha sido comparado con George Jackson, y también es el reconocido artista que dibujó la imagen que se convirtió en el icono de las huelgas de hambre de California. Puedes ver sus escritos y su arte en rashidmod.com.

Envía a nuestro hermano un poco de amor y luz:

Kevin Johnson, 1007485

Nottoway CC

2892 Schutt Rd

Burkeville VA 23922

EE. UU.

San Francisco Bay View